La industria española de equipos y componentes de automoción es, desde hace décadas, líder a escala mundial por altos estándares de calidad, por su inversión en tecnología e innovación, así como por su dilatada experiencia.
Todo ello, a unos precios competitivos, lo que ha convertido a muchas de estas empresas españolas en proveedores estratégicos de la industria de la automoción en todo el mundo.
Los orígenes de la industria española de componentes de automoción se remontan a comienzos del siglo XX, de la mano de compañías como Hispano Suiza.
El nacimiento de SEAT en los años 50 supuso un importante hito que marcó el comienzo de una sólida industria de fabricantes de equipos y componentes de automoción. Este hecho dio pie a que España comenzara a posicionarse como localización idónea para que fabricantes extranjeros de componentes de automoción de primer nivel instalasen en nuestro país sus plantas de producción.
La liberalización llevada a cabo en España a mediados de los años 70 provocó una importante transformación de esta industria, con la implantación de nuevos fabricantes extranjeros de vehículos, lo que potenció el crecimiento de las empresas españolas de componentes de automoción.
La entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) en el año 1986 posibilitó e impulsó la salida hacia el mercado europeo de muchas de las empresas españolas que empezaron a exportar sus equipos y componentes de automoción a las principales marcas instaladas en los países vecinos como Alemania, Francia e Italia. A partir de ese momento, las exportaciones fueron creciendo a un ritmo imparable.
En los 90 se inició un proceso de concentración del sector. Comenzaba a conformarse entonces el sector de componentes de automoción tal y como lo conocemos ahora con una industria sólida formada por empresas españolas, en buena parte, familiares, que empezaron a adquirir un tamaño significativo gracias especialmente a la reactivación del mercado interno y a las exportaciones. Además, siguiendo a los fabricantes de vehículos, se fueron instalando en nuestro país empresas extranjeras de componentes de automoción, principalmente americanas, alemanas y francesas.
La crisis económica internacional de los 90 afectó también duramente al sector español que vio cómo su facturación se estancaba durante unos años para volver a reactivarse en 1994. A mediados de los 90, las empresas españolas de componentes de automoción empezaron a expandirse internacionalmente y a apostar por un mercado global. Desde el 2001 se intensificó la compra de empresas y centros de I+D+i en otros países, principalmente, en los mercados tradicionales como eran Europa y Estados Unidos.
En el año 2007, el sector de componentes alcanzaba su máximo histórico de facturación que ascendió a 33.000 millones de euros, pero a partir de la crisis económica de 2008 se produjo una fuerte reducción de la producción, motivada por la abrupta contracción de la demanda interna y externa, las dificultades en el acceso al crédito y el crecimiento del desempleo. Es este contexto cuando el sector aumenta su presencia en países emergentes como Brasil, Rusia, India y China.
La recuperación del sector de componentes a partir de 2010 vino motivada por la recuperación del mercado europeo, incrementándose la facturación de las empresas proveedoras de componentes hasta casi los 30.000 millones de euros en 2011. De nuevo, la contracción del mercado europeo en 2012 provocó un descenso de la facturación del sector de componentes de automoción, aunque no a niveles de 2009.
En 2013 se produjo un aumento de la facturación, debido principalmente al incremento de la producción de vehículos en el mercado interno. El crecimiento de la demanda interna y la producción de nuevos vehículos de mayor valor añadido permitieron que la facturación de componentes siguiera aumentando.
Los datos de 2015 confirmaron la recuperación de sector y esa tendencia creciente continuó en 2016. En ese año, la facturación del sector sobrepasó los 34.000 millones de euros, lo que significó superar el máximo histórico de 33.000 millones de euros de facturación de 2007.
A día de hoy, la industria española de componentes está compuesta por grandes grupos nacionales e internacionales, empresas de cotización media y pymes especializadas que se han consolidado tanto en el plano nacional como internacional, con presencia en los principales mercados.
En la actualidad, la industria española de componentes de automoción ha debido afrontar a lo largo del 2020 el profundo desplome acusado por el comercio mundial de productos de automoción como consecuencia de la COVID-19. Sin embargo, la resiliencia de los proveedores españoles de automoción y su competitividad en mercados exteriores han hecho que las exportaciones se mantengan, mostrando así la relevancia de la internacionalización para el sector y la economía española.
Desde Autoparts From Spain, plataforma digital orientada a promocionar a escala internacional la oferta española y la capacidad de internacionalización del sector de equipos y componentes para automoción ‘made in Spain’, esperamos que este artículo te haya resultado interesante.
Y es que interesante es el trabajo que a lo largo de la historia han venido desempeñando las compañías españolas de componentes de automoción, que les ha permitido alcanzar un posicionamiento de liderazgo en cuanto a calidad, innovación, tecnología y experiencia en mercados estratégicos.
En este sentido, Autoparts From Spain constituye una iniciativa puesta en marcha por SERNAUTO, Asociación Española de Proveedores de Automoción, en colaboración con ICEX España Exportación e Inversiones, que aúnan esfuerzos para aumentar la visibilidad de la competitividad de la industria española de componentes de automoción en el escenario internacional, reforzando así su posición de liderazgo en el sector de la automoción.
La industria de automoción española es reconocida a nivel internacional por su excelencia y capacidad de innovación.
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