Una de las batallas que se viene planteando en el seno de la Unión Europea (UE) para ganar la guerra contra el cambio climático es la descarbonización de la movilidad. Y una de las palancas para lograr esa descarbonización de la movilidad es la reducción de emisiones de C02 del transporte. En este sentido a comienzo de este mes de junio, el Parlamento Europeo aprobó la prohibición, a partir de 2035, de la venta de vehículos nuevos con motores de combustión.
Así, este paso hacia la descarbonización de la movilidad supone que, a partir de 2035, no se podrá comercializar en la UE ningún turismo o furgoneta que emita gases contaminantes. Aquí se incluyen, no solo los vehículos de gasolina y diésel, sino también los propulsados por gas (GLP y GNC) y los vehículos híbridos, incluyendo los enchufables, con independencia de la autonomía eléctrica que tengan.
Esto significa que, si la mecánica tiene algún tipo de motor de combustión, aunque sea en una proporción mínima, no está permitido. Esto es así porque la norma exige una reducción del cien por cien del CO2 en las emisiones contaminantes de los vehículos a la venta en su orientación a lograr la descarbonización de la movilidad.
No obstante, la norma aprobada, aún no es norma comunitaria ‘oficial’, por decirlo de algún modo. El siguiente paso es negociar los términos de la misma con cada país miembro. ¿Tiempo estimado para que la ley definitiva vea la luz? Previsiblemente, este otoño.
Y para facilitar la transición de la industria de automoción hacia esta prohibición como elemento para alcanzar la descarbonización de la movilidad, en el mismo pleno, el Parlamento Europeo también aprobó que los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos reduzcan sus emisiones de CO₂ en un 55% en 2030.
Con todo ello, el futuro de la movilidad se orienta cada vez de modo más firme hacia la electrificación. Aunque el vehículo eléctrico no será la única opción. Los coches propulsados por hidrógeno también cumplirían con la medida orientada hacia la descarbonización de la movilidad.
Tanto para los fabricantes de automóviles como para la industria de proveedores de automoción, la aprobación de la propuesta por el Parlamento Europeo era algo previsible.
Sobre la decisión, ACEA, la asociación europea que engloba a los fabricantes de automóviles, dio la bienvenida a los objetivos planteados por la norma, aunque solicita a las autoridades nacionales de los Estados miembros y a las comunitarias “que consideren con urgencia la incertidumbre a la que se enfrenta ahora la industria y ayuden a preparar la masiva transformación industrial que será necesaria, expresando principalmente su preocupación en torno a la red de recarga eléctrica que será necesaria”, según recoge El Confidencial, que también señala que el presidente de ACEA, Oliver Zipse, considera que "dada la volatilidad y la incertidumbre que experimentamos a nivel mundial día a día, cualquier regulación a largo plazo que vaya más allá de esta década es prematura en esta etapa inicial. En cambio, se necesita una revisión transparente a mitad de camino para definir los objetivos posteriores a 2030".
Por su parte, la asociación de proveedores de automoción a escala Europa, CLEPA, afirmó en boca de su secretario general, Sigrid de Vries, que aunque la transición hacia una movilidad climáticamente neutra está muy avanzada en nuestra industria los objetivos aprobados también suponen cierto riesgo para le sector en cuanto a empleo y deslocalización de fábricas.
Para de Vries, los proveedores de automoción en Europa apuestan por la aceleración de la electrificación, pero sin dejar de lado otras alternativas efectivas orientadas a la descarbonización de la movilidad. En esta línea la asociación europea considera que centrarse solo en las emisiones de los motores de combustión interna, “dejan de lado años de innovación europea en una tecnología que puede ser climáticamente neutra y es necesaria para una transición manejable y eficiente”.
“Estamos excluyendo la tecnología híbrida y los combustibles renovables sostenibles, que son neutrales para el clima, se pueden usar con la infraestructura existente y también pueden abordar las emisiones del estacionamiento existente”, explica, lo que pone en riesgo que la transición sea efectiva, por plantear desafíos “innecesariamente” ambiciosos.
El disco y las pastillas de freno son dos compoentes que no solo garantizan la eficacia del frenado, sino que también determinan en gran medida la seguridad de los ocupantes del vehículo y de quienes comparten la vía.
¿Sabías que los limpiaparabrisas están a la vanguardia de la innovación automotriz? Estos sistemas esenciales han dejado de ser simples accesorios para convertirse en piezas clave que combinan tecnología avanzada, sostenibilidad y diseño inteligente. Descubre cómo están transformando la seguridad y eficiencia en carretera.
La industria de automoción española es reconocida a nivel internacional por su excelencia y capacidad de innovación.