La industria española de componentes de automoción está buscando continuamente adaptarse a las exigencias impuestas por la tecnología y la digitalización automóvil. No en vano, hasta 16 millones de los vehículos que se mueven por las carreteras europeas -según datos de Berg Insight- dispondrán a finales de este año de conexión a Internet, por lo que podríamos decir que van a ser “smartphones rodantes”.
Debido a ello, los proveedores de componentes de automoción están modernizando sus procesos productivos y realizando importantes inversiones en I+D+i, incluyendo en el desarrollo de los componentes a actores tan relevantes como las empresas de telecomunicaciones o grandes corporaciones tecnológicas.
Y es que la digitalización automóvil va mucho más allá del desarrollo del vehículo autónomo sin conductor, dirigiéndose hacia un panorama en el que la conectividad es la piedra angular y el centro de todo. La movilidad conectada servirá, por ejemplo, para que los automóviles optimicen tanto su consumo como cada trayecto hecho, logrando así un ahorro de combustible y de tiempo, aspectos que cada día valoran más los propietarios de un vehículo.
En esencia, un vehículo conectado es un coche equipado con acceso a internet. En general, estos coches también tienen acceso a una red de área local inalámbrica o por satélite, lo que permite que el vehículo comparta acceso a internet con otros dispositivos, tanto dentro como fuera del vehículo, permitiendo desde que el vehículo nos avise que estamos excediendo el límite de velocidad, hasta activar a distancia de forma remota el sistema de climatización antes de entrar en el vehículo.
¿Y hacia dónde mira el desarrollo de la digitalización vehículo? Sin duda, uno de los ámbitos hacia los que se orienta la digitalización automóvil es adelantarse a los posibles fallos mecánicos, con el objetivo de reducir el riesgo de siniestralidad y aumentar la seguridad en la conducción. Para ello, se vale de la aplicación de la inteligencia artificial y del aprendizaje automático.
De este modo, los procesos de digitalización automóvil se encaminan hacia que millones de vehículos adopten un enfoque de mantenimiento predictivo mediante análisis periódicos de componentes, buscando evitar averías que pudieran provocar accidentes o dejar vehículos inmovilizados.
Asimismo, la digitalización del vehículo permitirá establecer planes personalizados orientados a la seguridad del conductor, analizando su estilo de conducción al atender, por ejemplo, si no lleva puesto el cinturón o si acelera y frena de forma brusca.
De igual modo que la aplicación de la tecnología con conduce hacia cuna cada vez mayor digitalización automóvil, las ciudades, el entorno que nos rodea, también se orienta hacia el desarrollo de ciudades inteligentes o smart cities.
El marco de las ciudades inteligentes y el conocido Vehicle-to-Infrastructure (V2I) permitirán el intercambio de información entre el vehículo y su entorno, con semáforos o señales de tráfico, entre otros. Además, ante la obligatoriedad de incorporar un tacógrafo digital a partir de 2026, la digitalización automóvil facilitará la recogida de información sobre kilómetros, tiempos de conducción, tiempos de descanso, etc., a distancia y en tiempo real.
Dado el panorama que se vislumbra, el trabajo desarrollado por entidades tecnológicas y de telecomunicaciones en el plano de la digitalización automóvil, cobra cada vez mayor relevancia. En ese sentido, desde Autoparts from Spain, plataforma perteneciente a Sernauto que agrupa a una treintena de proveedores de automoción españoles, consideramos que las entidades tecnológicas que dirigen su labor hacia la digitalización automóvil desempeñarán, cada vez más, un papel fundamental como parte del colectivo de la industria de proveedores de automoción y para el sector de la automoción en general.
La industria de automoción española es reconocida a nivel internacional por su excelencia y capacidad de innovación.
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