Tras un 2020 marcado por los efectos de la crisis económica, desatada por la emergencia sanitaria, la industria de la automoción española llegó al verano de 2021 con buenas noticias procedentes de La Moncloa. Y es que el Gobierno venía con un plan bajo el brazo, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Español que se centrará en el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado, el denominado PERTE VEC, que se encuadra dentro del Plan España Puede, y financiado principalmente por el Fondo de Recuperación Next Generation EU, destinando parte de los recursos a reforzar la autonomía estratégica, la modernización, la descarbonización y digitalización del sector español de la automoción.
Un plan trascendental, no solo para la industria de automoción española, sino también para la economía del país, pues el sector de automoción representa alrededor del 10% del PIB español.
Además, la industria de la automoción genera un fuerte efecto multiplicador sobre la actividad económica española, pues por cada euro de demanda de productos del sector, se generan 3.1 euros en el conjunto de la economía, uno de los ratios más altos de todas las industrias.
Este efecto tractor del sector de la automoción se da también en el empleo, pues por cada puesto de trabajo directo creado en una fábrica de vehículos, en las fábricas de componentes se crean cuatro puestos, y entre siete y ocho en el sector servicios. De hecho, un 7,2% de los trabajadores industriales pertenece al sector de la automoción.
Asimismo, su aportación a la balanza comercial nacional es muy relevante, pues alrededor del 80% de los coches fabricados en España son exportados (dato 2019), situándose como el cuarto sector exportador en España, englobando el 15% de las exportaciones españolas.
Por su parte, el sector de componentes en España exporta alrededor del 60% de su facturación a más de 170 países, con facturaciones globales de más de 30.000 millones de euros antes de la emergencia sanitaria.
En cuanto a inversión en I+D+i, la automoción es el tercer sector industrial por inversión representando más del 10% del total de la industria española. Dentro del sector de automoción, el de componentes ha apostado fuertemente por la investigación, el desarrollo y la innovación, conscientes del dinamismo del sector, con una inversión anual antes de la pandemia de más de 1.500 millones de euros, lo que representa alrededor del 4% de su facturación, así como el triple que la media de la industria.
Hasta este momento, la cadena de valor tradicional de la automoción ha sido lineal, con una dinámica determinada por los fabricantes. En este marco, el sector español de equipos y componentes, en su conjunto, tiene un peso fundamental en la cadena de valor del vehículo, contribuyendo en torno al 75% del total del mismo.
No obstante, su configuración está cambiando, encaminándose hacia soluciones integrales orientadas a crear ecosistemas colaborativos e interdependientes.
Esta transformación del sector requiere, así, la interconexión de sus empresas tradicionales, tales como fabricantes de vehículos a motor, de carrocerías, de partes, piezas y accesorios eléctricos y no eléctricos con nuevos actores de sectores complementarios como el digital o el energético, desempeñando todos ellos un papel determinante en la transformación del modelo productivo hacia la movilidad sostenible y conectada.
Con todo ello, el PERTE del vehículo eléctrico y conectado establece como eje central la creación del ecosistema que permita el desarrollo de una industria del automóvil innovadora, con fuerte tracción sobre otros sectores económicos, para dar respuesta a la nueva movilidad sostenible y conectada y a la generación de nuevas actividades.
Para ello, se ha planteado la inversión total 24.000 millones de euros entre 2021-2023, con una contribución del sector público de 4.295 millones de euros y una inversión privada de 19.714 millones de euros, a través de proyectos que favorezcan no solo la producción del vehículo eléctrico y conectado, sino la creación de un entorno favorable a la nueva movilidad sostenible.
¿El impacto que se espera? Además de la transformación de la cadena de valor industrial del sector automoción en términos generales, también la construcción de alianzas estratégicas clave, la contribución a crear y consolidar el empleo de calidad, la atracción de inversores sobre nuevos componentes de los vehículos del futuro reduciendo la dependencia exterior, generar una corriente transformadora del sistema productivo basada en la eficiencia energética, la digitalización y la innovación, así como la mejora de la competitividad de las empresas del sector en los mercados internacionales.
El primer ámbito, el del impulso de proyectos transformadores de la cadena de valor del vehículo eléctrico y conectado, con foco en los segmentos que garanticen el eje central, orientados a infraestructuras, instalaciones, procesos, procedimientos y mecanismos que generen el entorno necesario donde el sector cuente con los agentes, proveedores y elementos imprescindibles que deben interactuar en la cadena de valor.
En este sentido, se prevé una medida que actuará de modo integral sobre la cadena de valor, incidiendo tanto en elementos centrales de la cadena industrial del vehículo eléctrico y conectado, como en la fabricación de equipos originales y ensamblaje, de baterías o pilas de hidrógeno y de otros componentes esenciales para la fabricación de estos vehículos, así como los referidos a la fabricación de prestaciones innovadoras, su conectividad o la fabricación de sistemas de recargas y los elementos transversales relacionados con la economía circular, la digitalización o la formación.
Al mismo tiempo, en este ámbito también se incluyen medidas de apoyo específicas a determinados eslabones de la cadena de valor que son especialmente relevantes para su transformación, con especial foco en I+D+i y digitalización.
El segundo ámbito de actuación será el de las medidas facilitadoras, que pueden contribuir tanto a la creación de una nueva movilidad como al desarrollo del vehículo eléctrico. Estas medidas serán, por un lado, de carácter normativo como otras medidas dirigidas a la electrificación, a la economía circular o a la digitalización, entre otros.
Tras haberse cerrado el periodo de presentación de iniciativas a la convocatoria con mayor presupuesto de este programa sectorial, que ofrecía un total de 2.975 millones de euros en fondos públicos a los proyectos, de los cuales 1.425 millones corresponden a préstamos a 10 años y al 0% de interés, y 1.550 millones a subvenciones, han acudido 13 grandes agrupaciones empresariales.
“Hemos recibido solicitudes de 13 proyectos tractores por valor de 5.927 millones euros de inversión subvencionable conformados por 487 proyectos primarios que involucran a 327 empresas. La inversión total movilizada es de 11.855 millones euros”, explicó la ministra de Industria en el marco del III Foro Internacional de Expansión.
Las pymes representan el 55,7% de las entidades participantes, seguidas de las grandes empresas, que representan 38,8%. El 5,5% lo conforman Universidades públicas, centros tecnológicos de ámbito estatal y entidades sin ánimo de lucro, entre otros.
La ministra explicó que los proyectos presentados son trasversales: los proyectos de I+D+i representan el 60% de los proyectos primarios; los de innovación en sostenibilidad y eficiencia energética alcanzan el 20% de las propuestas; los proyectos de inversión regional suponen el 16,3%; y proyectos de formación relacionados con la cadena de valor del vehículo eléctrico y conectado el 3,9%, según recoge el diario El Mundo.
La Asociación Española de Proveedores de Automoción (SERNAUTO) valora positivamente que, en el marco del PERTE VEC, se apoyen proyectos estratégicos para el país que engloben al mayor número posible de agentes públicos y privados incluidos en la cadena de valor del sector.
“En SERNAUTO representamos a los proveedores de automoción responsables de más del 75% del valor final del vehículo. Es una industria formada por más de un millar de empresas que dan empleo directo en España a más de 201.000 personas, y poner en valor el esfuerzo de las 151 entidades públicas y privadas involucradas en la Estrategia PTCICs para desarrollar nuevos proyectos e inversiones (industriales y de I+D+i) y anclar así la actividad del tejido de automoción y la del resto de sectores implicados es fundamental para que los fondos europeos tengan realmente el impacto deseado”.
En esta línea, desde Autoparts from Spain, iniciativa de SERNAUTO para impulsar la expansión internacional de los fabricantes de componentes españoles, se considera “una gran oportunidad por nivel de presupuesto, aunque con las mismas condiciones y posibilidades de intensidad de ayuda que en otras convocatorias, y en la que lo más importante es que haya conexión entre los fabricantes de vehículos (OEMs) y el resto del ecosistema”.
Algunas de las compañías adheridas a Autoparts from Spain coinciden en que es necesario aplicar inteligencia y estrategia-país para responder a las necesidades reales de todos los actores de un sector tan clave para la economía española y la generación de empleo. Esta visión de estrategia-país, dando cabida a las necesidades de un mayor número de organizaciones de toda la cadena de valor, fortalecerá el ecosistema y garantizará el nivel competitivo y posicionamiento global del sector de automoción español, una industria estratégica para el país y seña de identidad de la Marca España.
La industria de automoción española es reconocida a nivel internacional por su excelencia y capacidad de innovación.
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