Terminamos un año, 2021, que todos los actores de la industria de la automoción comenzaban con la esperanza de que se produjese una notable recuperación de la industria de la automoción tras un 2020 en el que la emergencia sanitaria impactó en gran medida tanto en la economía global como en la industria de la automoción, entre muchas otras.
No obstante, la industria española de automoción, en general, y la del sector de componentes de automoción en particular, cierran el 2021 “atravesando una situación compleja derivada de la combinación de varias causas”, según señala en un artículo de opinión José Portilla, director general de Sernauto, asociación que lidera, en colaboración con ICEX España Exportaciones e Inversiones, la plataforma Autoparts from Spain.
Entre estas causas, “las más relevantes en estos momentos son la carencia de semiconductores y componentes electrónicos, el alza de precios de otras materias primas como el acero o derivados del plástico, así como unos costes logísticos, y también energéticos, muy elevados”, enumera Portilla, para quien el desabastecimiento de chips semiconductores está afectando de forma significativa a toda la cadena de valor del sector de automoción. Y es que las interrupciones en la cadena de suministro retrasan globalmente la producción de vehículos y afecta a todo el sector, tanto de una manera directa como indirecta.
Portilla estima que esta situación perdurará hasta entrado ya el año 2023, lo que en su opinión coloca al sector español de componentes de automoción en una situación compleja, debido a la alta demanda de este tipo de componentes, unido a la incapacidad para darle respuesta, dado que “construir la maquinaria que produce los semiconductores requiere largos plazos”, señala.
En este sentido, analizando el contexto que vivirá el sector español de componentes de automoción, el director general de Sernauto destaca que “los fondos europeos juegan un papel fundamental para apoyar la transformación tecnológica e industrial de esta industria estratégica para el país, compuesta por más de 1.000 empresas”. En su opinión, para que estos fondos tengan el impacto deseado resulta esencial que lleguen al mayor número de organizaciones posible de toda la cadena de valor, con el objetivo de fortalecer el ecosistema y garantizar el nivel competitivo y posicionamiento global del sector de automoción español.
Respecto al PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado, José Portilla destaca que permitirá a las diferentes empresas y bloques de proyectos presentarse a las convocatorias al objeto de conseguir financiación, y, en consecuencia, asegurar la puesta en marcha de unos proyectos transformadores para toda la cadena de valor de la automoción española.
No obstante, ante un previsible contexto de cierta adversidad para el sector de componentes de automoción en 2022, destacar que los proveedores de automoción españoles seguirán trabajando e invirtiendo en tecnología y en I+D+I, para seguir siendo un referente competitivo dentro de la cadena de valor de esta industria.
La industria de automoción española es reconocida a nivel internacional por su excelencia y capacidad de innovación.
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